"La idea de la soledad en que el hombre se hallaba sumido, junto al recuerdo de la extinguida prestancia, rodeábanle de un hálito legendario a los ojos de muchos. Sólo los que le conocían bien sabían que era hombre como cualquiera, movido quizá por un aliento más hondo, pero idéntico en sustancia al común de los mortales.
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Todo consiste en matar a cada instante el dolor que ese mismo instante nos infiere por el hecho de huir".
Los surcos (1942) - Ignacio Agustí