"Los paseos frecuentes por el campo mantienen vivo el sentido de la naturaleza y ejercen una benéfica influencia sobre el ánimo. En el campo todo hombre noble se siente determinado de forma más pura y humana. Todo lo bueno de su naturaleza se desarrolla aquí. Los sentimientos que alguien hubiera encerrado en su interior en el marco de la ciudad y la sociedad o de los que ni siquiera él mismo fuera consciente, despiertan en la naturaleza y lo sorprenden con toda su verdad y su primitiva alegría. La bondad, la sinceridad, la franqueza, precisan en el campo de un pecho más grande; el género humano, que aquí no se presenta en los grandes escenarios de la envidia, la vejación o el egoísmo, se manifiesta en el espejo de la naturaleza con una luz más pura. Un individuo sano se sentirá angustiado si durante un tiempo no sale al campo".
El arte de pasear (1802) - Karl Gottlob Schelle