sin cesar, arrastrando las hojas muertas. Y es tan fuerte el viento... que me veo obligado a quedarme en casa. Algunas veces, cuando me siento abatido por mi tormenta interior, me pongo a beber un poco, para distraerme. Tengo que prestar atención a mis nervios. Me estoy volviendo un tipo huraño, lo sé. De seguir por este camino, un día u otro estallará la crisis, pero no puedo parar. A menudo trabajo de noche, pierdo la conciencia de mí mismo, y las pinturas se me aparecen como en sueños, con tremenda lucidez".
El loco del pelo rojo (1956) - Vincente Minnelli
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