"- O sea que tú me quieres - dijo ella sin darle tiempo de hablar.
- Sí.
- ¡Pero dejarás que me vaya!
- Sí.
- Eso está muy bien.
- ¿Qué?
- Que me quieras tanto".
"La estaba oyendo expresar sus temores más íntimos, pero se negaba tercamente a aceptarlos porque sentía que si lo hiciera habría roto la última barrera que separa al hombre de la muerte: la esperanza".
La hora estelar de los asesinos (1995) - Pavel Kohout
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