"A pesar de mi nauseabunda preocupación por mí mismo, da la impresión de que mi yo se esfuma con bastante facilidad. Por mucho que lo intente, soy incapaz de mantener de forma prolongada la subjetividad sobre nada. Una hora más o menos, un día más o menos, un par de días como mucho y a continuación la subjetividad me abandona y paso a observar el fenómeno desde un punto de vista distinto.
No lo hago a propósito. Simplemente mi mente se aleja y se pone a orbitar alrededor del fenómeno.
El fenómeno en cuestión puede ser una persona, una idea, un problema o una desgarradora carta de mi hijo. No importa lo que sea, la cuestión es que es solamente mío, genuinamente mío, subjetivamente mío, durante un rato. Después empiezo a orbitar. Doy vueltas entorno al problema, la idea, la carta o la llamada telefónica. Lo veo desde muchos ángulos distintos y puntos de vista diversos. Y sigo así hasta volverme casi del todo objetivo. Es decir, incapaz de experimentar lo que sentía inicialmente sobre la carta, la llamada, la idea o el problema. En otras palabras, incapaz de evocar ninguna emoción subjetiva de ninguna clase sobre el fenómeno. En otras palabras, el fenómeno deja de tener significado para mí.
Paso página".
Karoo (2013) - Steve Tesich
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