"No, no es tan malo como parece. Como... no percibía las cosas de manera normal tampoco las echaba de menos. Si no podía sentirlas... para mí no eran reales. ¿Y qué era... real para ti, Daniel? El tiempo entre los segundos. Y mis libros. Y mi amigo. Ahora que estoy aquí, en este mundo en donde todo viene marcado por las horas, las citas, los acontecimientos, me encuentro en un estado de constante expectación y aquello que espero no siempre sé que es, ni es necesariamente placentero. Pero en el caso de la inevitable lluvia y de los truenos que... estoy seguro experimentaré gracias a ti, Tawney, los esperaré con mucha ilusión. Será glorioso, Daniel. No te defraudará".
"Es la belleza lo que más duele no la fealdad".
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