"- Quiero pedirle perdón.
- Yo habría hecho lo mismo... francés o alemán, el deber es el deber... ¡ahhh!
- ¿Le duele mucho?
- No creía que doliera tanto una bala en el estómago.
- Apunté... a la pierna.
- A ciento cincuenta metros y con mala visibilidad... además yo iba corriendo.
- Le ruego que no me excuse. He sido muy torpe.
- No es por mí por quien hay que sentir lástima, para mí todo acabará, pero... para usted no ha acabado.
- Seguiré llevando... una existencia inútil".
La gran ilusión (1937) - Jean Renoir
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